Salvaje historia de amor

Nuestra historia comienza con Alberto y Romina
cada uno vivía por su lado
y entre medio compartían amigos de la vida,
Alberto era un hombre que esperaba su chica ideal
y Romina casualmente estaba con chicos,
aunque nadie sabía el por qué.
Un día ambos se encontraron por primera vez
en el cumpleaños de un amigo en común
y  fue ahí cuando sus vidas se entremezclaron
y se mezclaran hasta las entrañas….
A primera vista se enamoraron
se sintieron partícipes de un todo único
con papeles de protagonistas,
sus vidas y hábitos cambiaron,
dejaron atrás sus pasados
hicieron deporte
Alberto dejó las drogas
Romina dejó sus asuntos familiares
y construyeron juntos
un nivel superior de existencia.

Así pasaron los meses
cuando con algo se encontraron,
era un día de invierno
tratando de darse
calor acostados,
superpuestos fusionados
sus cuerpos en uno estaban
sus bocas abiertas unidas
mientras  sus lenguas alocadas jugaban,
fue cuando a Romina desde dentro
por la boca le salió un cuerpo cavernoso
tibio y escandaloso
que se penetró profundo
hasta las tripas de Alberto
para alojarse contento,
Alberto desesperado
se ahogaba con eso dentro,
para Romina no era tan un misterio
era la historia oculta
en su vientre llevaba un pene erecto,
fue en el ahogo de Alberto
cuando se desenrolló y se volvió para dentro
Alberto respiró y romina se asombró,
está vez al hombre no lo había dejado muerto.
Así paso el tiempo
siguieron juntos y no se habló al respecto
hasta llegar el otro invierno
cuando un día de lluvia
Alberto se sintió extraño
enajenado
comenzó a transpirar
y  su estómago a hinchar
llamó a Romina
ella se le acercó
pero su panza creciendo estaba
y nos se los permitió,
a la distancia se miraron como siempre
 de amor complicemente
y todo se entendió,
dentro de su vientre
un hijo de Romina
Alberto había engendrado.
La criatura desesperada
ansiosa de nacer
no encontraba por dónde,
fue cuando Alberto
por dentro sintió su sangre
era la criatura que lo devoraba
para salir alborotada
sus pieles desgarraba,
Alberto pálido
caía desangrado
y la criatura se asomaba
desde su cuerpo destripado,
Romina de ver a su amado
el corazón le brotaba
y le brotaba
hasta que le salió por la boca,
Romina en su último esfuerzo
de estar sin corazón dentro
se acercó con su terminal aliento
a su amado Alberto
quien antes de cerrar sus ojos
se dieron el último beso eterno
los dos murieron sin saberlo
mientras el hijo engendrado
el corazón de Romina se había puesto…