Un parque ecuador de almuerzo


y en sólo una hora de colación en el parque ecuador, convertida fui en actor y espectador, debajo de una gran sombra y perseguidos de ser avistados, estaban un par de liceanos yerba fumando, del otro lado un par de mujeres sin aparente sentido alegremente gritando, mientras al sol, riéndose estaba un otro observador, cuando alejados de los juegos, un par adolescente con la entrepierna contraria coqueteaban, y más allá en la ciclovía, tambaleándose un hombre estaba, con su sillín tan alto que no le acomodaba, todo esto como si nadie nos viera, ni nada pasara.